a boca llena (toma 2)
En estas horas,
una figura en
presente es presencia:
el cuerpo femenino visto, tocado, por más de veinte pretextos,
cada uno
olido y sentido como
un paisaje distinto;
tierra y mujer, lo mismo,
en tu ausencia, como castigo o texto,
se desviste a salvo para ser poema.
un cuerpo verbal es
un cuerpo que se dice;
su movilidad
es de combinaciones que no son temporales;
si no,
resuelve en inmovilidad,
en contrarios espaciales.
pues, en el poema,
cada parte es
en sí misma
y tiende a disiparse;
fluye continuamente, se cristaliza,
en más de veinte posibilidades
para convertirse
en mera transparencia verbal—
por eso se llama un poema,
la negación de la nada.
Y por eso, no lamentaré
ni lloraré
esta carne gris
de dios lánguido;
simplemente rodearé la rosa con enormes ojos
y veré el mar soporífero abrirse sobre el cielo.