comercio de culpas (un bésame ahora)
en un comercio de culpas,
tus ojos se rompen
en una entropía lesa
y se lanzan a la distancia
como clavadistas al vacío
el ímpetu de un Jack Daniel's
el arrepentimiento
no es asunto del futuro,
solo el sujeto en canciones de Nirvana,
y algo así eres tú, así, eres tú,
la escopeta en manos de Kurt Cobain,
leche de amnesia,
la pintura seca en una paleta
la arena caliente bajo unos pies descalzos
y es difícil entenderte
como otra forma de peligro
que no sea el tiempo y su tiranía
si te has convertido en la borrachera
con lícor 43, que es como tomar
una medida desesperada,
tener sexo sin protección,
un axioma perverso, o mala idea,
la culpa del día después
es irreparable como la inocencia perdida
el hongo en el pan,
un plasma sin control remoto
un libro sin lector,
quizá incómoda, como mojarse las medias
mientras uno camina la ciudad
en un frío día de lluvia,
y, sin pensarlo, de pronto eres
el plato a la carta en una fonda,
como un bésame ahora
